Las palabras no se las lleva el viento. Las transporta. Cruza todas las fronteras para que en su susurro bese tus oídos.
lunes, 17 de junio de 2013
Los niños de la botella
Hola! Les dejo un intento de fantasy. Estamos incursionando en el tema. Perdón por los guiones fue una pelea con la compu y quedó así hasta que logre acomodarlos. Espero sus comentarios.
Faltaban diez minutos para que empezara la función Itzia se estaba terminando de peinar. Se colocaba una a una las perlas en las trenzas que rodeaban la nuca. Esta sería la última noche en el pueblo y aprovecharía la lluvia de lurestes para escapar, esos pequeños copos brillantes con una textura de nieve los tendrían a todos entretenidos.
Faltaban diez minutos para que empezara la función Itzia se estaba terminando de peinar. Se colocaba una a una las perlas en las trenzas que rodeaban la nuca. Esta sería la última noche en el pueblo y aprovecharía la lluvia de lurestes para escapar, esos pequeños copos brillantes con una textura de nieve los tendrían a todos entretenidos.
Ya la música comenzaba a sonar y el público aplaudía. Cuando
escucho.
_ Y con Uds. Itzia la reina de la magia.
Supo que era el momento de actuar.
Entro en el círculo del circo, todos aplaudía y agitaban las manos,
su vellera era sin igual, pero lo que los tenía hipnotizados era su música.
Itzia sabía que estaba haciendo daño, pero tenía un precio que pagar
si quería liberar a su hijo.
Antes de comenzar miro a su alrededor, los grandes postes que
sostenía la carpa estaban decorados con dibujos de animales salvajes pintados
en oro. Quien iba a imaginar que Iñaqui el dueño del circo guardaba así toda su
fortuna. La tela de la carpa estaba delicadamente bordada y en el techo tenia
incrustadas piedras que brillaban intermitentemente cuando un as de luz las
acariciaba.
La gente emocionada, los niños felices, pero ella sabía que todo era
un engaño. Hoy su presa seria una niña; tenía que estar sola y allí estaba una
pequeña de enormes ojos color mil que mira fascinada los banderines que
colgaban alrededor del círculo en el techo.
Entonces dijo:
_necesito una niña que sea mi ayudante en este truco. ¿A vos te gustaría?
Se dirigió a ella.
_¡si!¡si!
-Bueno vení _ y abrió sus brazos para desplegar la gasa de las
mangas y comenzar a montar el espectáculo.
El público aplaudió nuevamente expectante de lo que sucedería.
_Ahora amiguita ¿Cómo te llamas?
_Regina.
_Bien Regina vas a entrar en esta caja.
Cuando los ayudantes la acercaron a Regina le encanto. Era una caja
rosa con pequeñas florcitas toda una invitación al juego, pero lo que no sabía
era que la única que veía eso era ella, el público solamente veía una especie
de cajón negro, como el de cualquier mago, como un ataúd.
_Ahora Regina vas a ir a un jardín mágico y de ahí debes traerme una
rosa,
_Bien- respondió Regina.
Itzia cerró la caja giro hacia un lado y hacia el otro moviendo grácilmente
sus brazos y esparció polvo mágico sobre la caja.
Luego cuando abrió la caja se escuchó Ahhhhhhh y Regina ya no
estaba. Volvió a cerrar y a abrirla nuevamente y la niña estaba allí con una
rosa en sus manos. Todo el mundo aplaudió al ver la sonrisa de Regina.
Itzia le tomo la mano en la que tenía la rosa y una pequeña espina
se clavo en su dedo.
Lo que nadie sabía era que solo una pequeña gota de sangre era
suficiente para que desapareciera de este mundo y terminara presa dentro de la
botella donde Iñaqui llevaba guardados cuatro niños y dos niñas para canjearlos
por oro al mago oscuro.
Itzia saludo a su público y desapareció detrás del cortinado.
Regina había sido su último sacrificio. Antes de emprender su huida.
Iñaqui no liberaba a su hijo, siempre exigía un niño más. Tenía que
encontrar a alguien más fuerte que pudiera ayudarla.
Cuando los lurestes comenzaron a caer se coloco su capa y se alejo
sigilosa por detrás de la carpa mientras el último vestigio corpóreo de Regina
desaparecía en el aire.
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